“Ve y visita nuevamente a las rosas.
Comprenderás que la tuya es única en el mundo.
Y cuando regreses a decirme adiós,
te regalaré un secreto”.
–A. De Saint-Exupéry
La primera vez que escuché sobre Henri Bergson fue durante la Maestría Choreomundus, mi docente Gediminas Karoblis trataba de ilustrar en burbujas un espacio-tiempo presente, que al ser recordado en otro espacio-tiempo accionaba la primera burbuja. Imaginé entonces el tiempo como una gran espuma marina, y ya no como una línea en la pizarra, que era lo que siempre se me había enseñado. Definitivamente, esa explicación se asemeja mucho más a mi sentir cuando traigo a la memoria el encuentro con la colombiana Paula Duque, el 7 de marzo de 2020.
La sesión B3 de Multílogos sucedió justo antes de que se desencadenara la pandemia, sin nosotres siquiera imaginarlo. En el diálogo con Paula se tocaron temas que posteriormente serían re-visitados como herramientas interesantes para transcurrir el cambio de perspectiva global en relación con el cuerpo, el tiempo, y lo que hacemos les humanes con ellos. El Internet, observó Paula es otra forma de concatenar espacios-tiempos y conversar de temas que nos competen existencialmente.
Paula tomó el riesgo de tirar un hilo desde su disciplina hacia las nuestras, para iniciar un tejido elaborado con algunas interpretaciones de Bergson en relación a la memoria y a la libertad. Fue tanto un reto para ella como para nosotres entrar en ese espacio liminal donde danza y filosofía se encuentran y se nutren recíprocamente.
Paula nos hizo una introducción sobre la vida y contexto del filósofo Henri Bergson (1859-1941) en Francia. Guió nuestra atención hacia la propuesta filosófica del autor, la cual, a su ver, fue innovadora y crítica con la tradición filosófica de su tiempo, y que (a pesar del siglo que nos separa) está aún vigente hoy en día. Paula se concentró en el texto “Ensayo sobre los datos inmediatos de la consciencia”: Es una respuesta al despliegue científico de la época. Se contrapone a la consideración positivista de la relación seres humanos con el mundo, mediada por relaciones espaciales, de cantidad, y de magnitudes cuantificables, mensurables y que al final son limitantes. Para Bergson el positivismo refuerza el dualismo y la división del ser. Elige centrar su teoría en la interioridad, (como Descartes y otros filósofos posteriores), apela a la conciencia y recurre a la subjetividad para encontrar la verdad.
CUERPO
Paula Duque propone leer a Bergson como un precursor del existencialismo. El autor dedicó varios de sus libros y estudios paraa demostrar que los seres humanos nos regimos por algo que va más allá de simples “relaciones de objetos” : El cuerpo entendido por el positivismo como un objeto que ocupa un espacio más en el mundo.
Bergson distingue dos Yo:
El yo simbólico se concibe a sí mismo como una cosa que se relaciona externamente con las cosas reales, correspondiente al positivismo.
El yo real está escondido dentro de nuestra conciencia, memoria, experiencias interiores, no tiene espacialidad, es un yo que fluye en el tiempo, existe en nuestra memoria, ideas, etc
Para Bergson, las personas nos percibimos como duración (durée réelle, idea fundamental que desarrolla en Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia y en Materia y memoria 1896), sino que también la realidad entera es duración y élan vital (idea que desarrolla en La evolución creadora 1907).
Así, cuerpo y ser interior son una unidad: somos lo que experimentamos.
“Tomemos el más permanente de los estados internos, la percepción visual de un objeto exterior inmóvil. El objeto puede permanecer idéntico, y yo puedo mirarlo desde el mismo lado, bajo el mismo ángulo, con la misma luz: la visión que de el tengo no por ello difiere menos de la que acabo de tener, aunque no fuera más que porque la visión ha envejecido un instante. Ahí está mi memoria, que inserta algo de ese pasado en este presente”. La duración como experiencia psicológica. (Deleuze 1977, 8)
ESPACIO
Desde el marco del postivismo, el espacio es una categoría para demarcar relaciones puramente exteriores entre objetos. Bergson aclara que el código que utilizan las ciencias para dar estados interiores, ha sido espacializadora, entendida desde el código espacial. Hemos aprendido a entender nuestros sentimientos, pasiones, esfuerzos como susceptibles de medida, o como si se relacionasen físicamente, estableciendo diferencias de cantidad en estados puramente internos. Ahí se instaura una división entre lo que sentimos y lo que hacemos, o una imposibilidad de comprender que podríamos sentir dos o más sensaciones simultáneamente.
Paula propone hacer de la filosofía la posibilidad de que teoría y práctica se encuentren y funcionen a la par, quizás sugiriendo que danzar es ese momento en que percibimos la duración y que interior con exterior pueden hacerse uno.
º Aspiro el olor de una rosa e inmediatamente me vuelven a la memoria confusos recuerdos infantiles. A decir verdad, estos recuerdos no han sido en absoluto evocados por el aroma de la rosa: los aspiro en el olor mismo; ella es para mí todo eso.º
(Bergson 1999, 117)
Entonces, mi recuerdo se vuelve una imagen en varias capas, donde se superpone el zorro del Principito, con la voz de Bergson, transicionando a la sonrisa de Paula, quien me explica que una rosa no es la misma para distintas personas que tienen distintas experiencias con ella. La experiencia no se cuantifica, el recuerdo está formado de las incontables experiencias interiores que se evocan en la relación con un objeto, como la rosa.
Bergson, invita a la gente de su época -y Paula a nosotres- a que se unifique el Yo dividido por diversas teorías tratando de explicar al humano. La forma de conectar pensamiento y realidad, para Paula es la acción, y el cuerpo es el instrumento o eje en el cual se expresa la conciencia o experiencia interna.
“Me considero como parte del mundo y un sujeto que se concretiza a través de sus acciones. El tiempo dota de capacidad a la conciencia para que dé sentido a los objetos externos. Así, los objetos no son solo externos a mí, gracias a la temporalidad puedo intervenir en lo que ellos son y convertir mi relación con los objetos no solo con una relación exterior, sino una relación traspasada por mi conciencia” Paula Duque
Desde mi confinamiento, evoco los viajes que hice, la gente que conocí, las rosas que olí en el Jardín Lecoq de Clermont Ferrand, mismo jardín que habría visitado Henri décadas antes. Mi memoria, mezclada con mi imaginación, me lleva a hermosos lugares, sensaciones táctiles, sonoras, visuales, que siguen latiendo en algún lugar, dentro mío...
A continiación, compartimos una cita del prefacio del Ensayo de los datos inmediatos elegida por la ponente:
“Nos expresamos necesariamente con palabras y pensamos con la mayor frecuencia en el espacio. En otros términos:
El lenguaje exige que establezcamos entre nuestras ideas las mismas distinciones claras y precisas y la misma discontinuidad que entre los objetos materiales. Esta asimilación es útil en la vida práctica y necesaria en la mayoría de las ciencias. Pero cabría preguntarse si las insuperables dificultades que plantean algunos problemas filosóficos no provendrían de que nos obstinamos en yuxtaponer en el espacio fenómenos que no ocupan espacio alguno y si, haciendo abstracción de las groseras imágenes en tomo a las cuales se libra el combate, no pondremos fin a este. Cuando una ilegítima traducción de lo inextenso en extenso, de la cualidad en cantidad, ha instalado la contradicción en el corazón mismo de la cuestibn propuesta, es sorprendente que la contradiccibn vuelva a encontrarse en las so- luciones que se dan a ella?
Hemos escogido, de entre los problemas, aquel que es común a la metafísica y la psicología: el problema de la libertad. Intentamos establecer que toda discusión entre los deterministas y sus adversaries implica una previa confusibn de la duración con la extensión, de la sucesion con la simultaneidad, de la cualidad con la cantidad; una vez disipada esta confusibn, verfamos acaso desvanecerse las objeciones propuestas contra la libertad, las definiciones que se dan de ella y, en cierto sentido, el problema mismo de
la libertad. “
En las sesiones de Multílogos, la sección de diálogo con les invitades es de suma importancia para el proceso de co-constricción de sabers. Durante el momento de diálogo con Paula, tejimos propuestas sobre la posibilidad de entender la intersubjetividad desde Bergson.
Beatriz Herrera apeló a la fenomenología, apuntando que si bien los fenomenólogos enfatizan en el cuerpo, todavía tienen resabios de esta idea dualista. Menciona al antropólogo Malinowski, quien observó que en trabajo de campo, lo que la gente hace es opuesto a de lo que dice, lo cual lo llevó a poner el énfasis de su investigación en la acción, y apunta hacia la posiblidad de pensar desde Bergson en la intersubjetividad.
Juan Miranda, por su parte, pone de ejemplo las mónadas Liebnizianas como ideas similares a la propuesta de Bergson, proponiendo que si, al entendernos como parte de un todo, al danzar con otros, no estaríamos experimentando dicha intersubjetividad.
Durante 2019 transcurrí el proceso creativo de “El/La/Lo Informe” una obra de teatro-danza que habla acerca de cómo encontraríamos los seres humanos aquello que no tenga forma. Me inspiré en varios textos de Bergson para entrar en la consciencia de lo que podría llamar habitar el tiempo. A mi entender, Bergson relaciona imaginación y recuerdo. Enuncio durante la obra : "Evocar e imaginar no son la misma cosa, porque en el espacio, en la consecución espacializada del tiempo, las vemos como cosas diferentes. Evocar es imaginar el pasado, e imaginar es evocar el futuro." Pero si pudiéramos concebir el tiempo de la manera en que Paula nos ha planteado, podrían estar dentro de la misma categoría, y para mí dicha calidad de percepción se vive a través del ritual y del acto artístico. En momentos de profundo dolor, o shock, al besar, al danzar, vivencias en las que sentimos que se detiene el tiempo, entramos conscientemente en la duración de que habla Bergson.
Paula mencionó que quizás el dualismo es muy cómodo para las estructuras políticas, es una forma de eludir responsabilidades. Cuando Bergson habla de una experiencia, está más ocupado en clarificar el sujeto como unidad, que en cuestionar sus relaciones con lo externo. En el arte, el creador entra en otro tiempo, creamos una realidad paralela, “ciertas prácticas en el arte pueden darle sentido a actividades con respaldo teórico, una multiplicidad cualitativa.” La libertad, entonces, está ligada al individuo, un ser en el mundo. Un ser que acciona y experimenta su duración en plena consciencia.
Te invito a ver la presentación entera y la conversación posterior en nuestro canal Youtube.
BIBLIOGRAFIA
BERGSON, Henri, 1999, Ensayos sobre los datos inmediatos de la conciencia, Sígueme, Salamanca.
DELEUZE, Gilles. 1977, Henri Bergson: memoria y vida. Alianza Editorial.
Comments